La ducha Vichy es un tipo de masaje con muchos beneficios para la persona que lo recibe. Dentro de esos factores positivos, nos encontramos con las siguientes características: Reduce el estrés, hidrata y tonifica la piel y produce una relajación de los músculos y alivia contracturas. Además, favorece la circulación sanguínea, el retorno venoso y el drenaje linfático. Por último, ayuda a combatir el reumatismo y tiene un efecto relajante y sedante.
La ducha Vichy es un tratamiento hidroterápico que se basa en la aplicación de múltiples duchas que actúan simultáneamente desde los pies a la cabeza con distintas finalidades y variaciones de presión y temperatura. Tiene su origen en la ciudad de Vichy, en el centro de Francia, famosa sobre todo por su gran riqueza en aguas termales. Es en este lugar, donde hace ya más de 2 siglos, se empezó a trabajar de forma combinada el masaje manual y la columna de ducha dispuesta de forma horizontal.
Actualmente esta terapia de relajación está siendo una de las más demandadas en los balnearios y spas de España, debido a que el agua es imprescindible para nuestro cuerpo, tanto por dentro como por fuera. Como masaje termal el tratamiento de ducha Vichy reduce el estrés. Además, hidrata la piel y estimula la circulación de la sangre, lo que fortalece el sistema inmunitario. La ducha Vichy, forma parte de la amplia gama de hidroterapia, la cual son muy solicitadas por todas aquellas personas que no sólo quieren tratar problemas estéticos sino que además, buscan un equilibrio total en el organismo.
No obstante, también se aconseja no aplicarse este tipo de masajes en algunos casos que podrían afectar directamente al organismo, como por ejemplo cuando se tiene algún tipo de enfermedad grave de los órganos internos, enfermedades en la sangre o infecciosas. También durante el embarazo, los días críticos o cuando se tiene una hemorragia o alguna erupción en el cuerpo.
Mientras que la hidroterapia tradicional ofrece el masaje dentro del agua, la ducha Vichy ofrece el efecto terapéutico mientras el cuerpo está fuera del agua. Se usa para realizar la función de activación o relajación del sistema nervioso según la temperatura utilizada para el tratamiento. Mientras la ducha fría, de 30-35ºC, produce un efecto revitalizante y tonificante, la caliente, de 35-38ºC, tiene un efecto relajante del sistema nervioso y muscular.
Diversas reacciones
La reacción nerviosa es una reacción de sensibilidad, que varía según la temperatura del agua. Con el agua fría se excita en su más alto grado de sensibilidad periférica, especialmente los vasos superficiales, lo que hace que el sistema nervioso recobre y aumente el tono, de ahí que esta reacción sea eminentemente técnica. El agua caliente produce sobre el sistema nervioso un efecto sedante y ligeramente tonificante.
Por su parte, la reacción circulatoria se basa en producir según la temperatura del agua de la vasoconstricción o la vasodilatación. Al contacto con el agua fría los vasos periféricos se contraen, palidece la piel y el corazón reduce sus latidos aumentando la presión arterial; Pasados unos momentos la piel enrojece, baja la presión arterial y el corazón acelera sus latidos. Con el agua caliente se producen los dos mismos fenómenos, primero vasoconstricción con hipertensión y más tarde vasodilatación con hipotensión, este último más acentuado. Ideal para personas con sobrepeso debido al masaje constante de las zonas afectadas.
La reacción térmica surge con la aplicación del agua fría, pues el organismo a través de la sangre, fuerza una distribución de riego sanguíneo destinado a reducir la pérdida de calor. Con el agua caliente, la defensa orgánica se organiza mediante una vasodilatación periférica enérgica y por la transpiración. Y, a todo esto, tenemos que añadirle los efectos tan beneficiosos del masaje que efectúa el terapeuta sobre la musculatura y las articulaciones haciendo de esta ducha Vichy un tratamiento 100% saludable.