El baño turco acelera las funciones metabólicas del organismo, favoreciendo la circulación de la sangre y estimulando el sistema nervioso, respiratorio y hormonal. No parece que un baño nos vaya a llevar al limbo pero los árabes sabían lo que hacían, para relajarse mentalmente es de suma importancia, relajarse físicamente, y nuestro cuerpo es muy complejo.
El Hamman o baño turco de procedencia árabe, se ha heredado estas costumbres por la influencia de la época de al-Ándalus. Es un baño de vapor que te limpia las impurezas y te relaja, es una variante húmeda de una sauna. Tiene diversos pasos, primero requiere la relajación en un cuarto conocido por cuarto tibio que tiene un flujo continuo de agua caliente y permite que el clienta pueda respirar con facilidad. Después hay que pasar al cuarto caliente que es tan sólo un cuarto aún más caliente que te prepara para después sumergirte en una piscina muy fría. Después de que te hagan un lavado completo de cuerpo y un masaje, finalmente llega el cuarto del enfriamiento y aquí es donde los clientes se relajan con un pareo o futa, que además sirve como toalla.
Cabe decir que es especialmente beneficioso para el sistema cardio-respiratorio, pues el vapor y el agua caliente abre las fosas nasales y los conductos respiratorios para tomar oxígeno de forma óptima. Proporciona una gran sensación de bienestar general en todo el cuerpo, siendo también estupendo para liberar tensiones, reducir el estrés, la ansiedad y favorecer un mejor descanso en la noche.
Además, el baño turco contribuye de forma óptima en el alivio de las molestias causadas por la menstruación y a la oxigenación de los tejidos de la dermis, limpiándolos en profundidad, por eso es que los baños turcos están recomendados a personas con problemas de acné o si se quiere lucir una piel más suave y radiante. El baño turco puede alternarse con baños de agua fría e incluso se puede disfrutar de sesiones de masajes, lo que lo convertirá en una experiencia de lo más placentera.
A diferencia de la sauna, el baño turco se efectúa en un ambiente donde la humedad se encuentra alrededor del 100% y la temperatura va de los 25 a los 50 grados en aumento del suelo hacia arriba. La temperatura es inferior respecto a la sauna, pero puesto que el tiempo de permanencia es mayor, en el baño turco la sudoración es superior. Puesto que las temperaturas son inferiores y el vapor es elevado, las cabinas hammam no están recubiertas de madera, son de cerámica o baldosas como las de los cuartos de baño normales.
Tres fases
El procedimiento para tomar un baño turco sigue fases similares a las necesarias para tomar una sauna.
La primera fase (calentamiento) dura normalmente entre 15 y 20 minutos. En el interior del baño turco es necesario permanecer en posición sentada o semiestirada, desnudos o cubiertos con toallas esponjosas u otros tejidos transpirantes. Además del vapor, es posible disfrutar también de la aromaterapia, con aceites esenciales elegidos para despertar, refrescar, estimular o relajar. También los colores de la cromoterapia actúan de forma benéfica sobre el cuerpo y la mente. Se termina con una ducha fresca y unos minutos de relax en la tumbona. La permanencia se puede reducir naturalmente ante el primer signo de malestar y si se notan pulsaciones en las sienes que son sintomáticas de una variación excesiva de la presión sanguínea.
La segunda fase (enfriamiento) prevé un baño rápido o una ducha fría para tonificar de nuevo el cuerpo.
La tercera fase (ducha fría). También en este caso, al final de las primeras dos fases lo ideal sería relajarse durante por lo menos un cuarto de hora, tal vez incluso sometiéndose a un ligero masaje relajante.
Es importante reintegrar los líquidos perdidos bebiendo agua, zumos de fruta o infusiones. También aquí es mejor no estar con el estómago vacío o demasiado lleno, lo ideal sería tomar un piscolabis fresco y ligero. En línea de máxima conviene adoptar las mismas precauciones recomendadas para la sauna, es decir, quienes sufren de trastornos cardiocirculatorios, de presión arterial demasiado alta o demasiado baja, de problemas renales o de corazón, deberían evitar el baño turco. De todas formas, se recomienda someterse a una visita médica de control previa.