Aunque a veces suelen pasar desapercibidos, los ejercicios de relajación son la actividad física más elemental junto al calentamiento. La práctica de la relajación es beneficiosa para todo tipo de personas, sin importar su ocupación, género o edad. Ayuda a los estudiantes a concentrarse más y a los deportistas a aumentar su rendimiento. Asimismo, son una manera natural, sencilla y económica de aliviar los diferentes síntomas del estrés. La relajación mental se podría definir como el estado en el que la persona es capaz de controlar sus pensamientos. El estilo y ritmo de vida actual impide en muchas ocasiones que nuestro cuerpo y nuestra mente puedan desconectar y alcanzar un  estado de relajación.

Acostarse con un hervidero de pensamientos es cada día más habitual y la falta de descanso combinado con el ritmo frenético de vida, y en muchas ocasiones, una alimentación deficiente está haciendo mella en nuestra salud. Para muchas personas es un problema grave, porque al no poder relajar la mente antes de irse a dormir no descansan correctamente. La relajación mental contribuye a combatir el estrés además aumentar los niveles de bienestar y felicidad que experimenta la persona.

La mayoría de ejercicios de meditación y relajación mental tienen como base la concentración de la mente para experimentar diferentes sensaciones, el control de la respiración. Muchas personas se apoyan también la escucha de música relajante de fondo o sonidos de la naturaleza. Los ejercicios de relajación mental se aprenden poco a poco y al igual que con el resto de técnicas de relajación, requiere disciplina y practica constante.

Los ejercicios de relajación es una de las mejores herramientas para combatir el estrés
Los ejercicios de relajación es una de las mejores herramientas para combatir el estrés

Las principales características comunes que comparten la mayoría de ejercicios de relajación mediante la respiración son las siguientes: Se trata de respiración diafragmática principalmente; Tanto la inspiración como la exhalación del aire tienen un orden concreto; Entre la inspiración y la exhalación suele darse una pausa de duración variable; La respiración debe ser fluida, constante y no forzada. 

Existen diversos tipos de ejercicios respiratorios para relajarse, entre los que destacan la respiración profunda, la respiración completa, la respiración abdominal, la respiración con meditación, la respiración y las autoverbalizaciones.

La respiración equitativa o sama Vritti se trata de inhalar por la nariz contando hasta cuatro y exhala también por la nariz contando hasta cuatro. Eso sería lo básico. Una vez que hayas practicado varias veces puedes seguir contando hasta cinco, seis o diez. El objetivo es que calmes tu sistema nervioso, aumentes la concentración y reduzcas el estrés. Es una técnica muy efectiva para dormir.

La respiración alternada por las fosas nasales o Nadi Shodhana, según indican los que practican yoga, trae calma y balancea el cuerpo, uniendo las regiones del cerebro. Comienza con una postura cómoda como por ejemplo la de meditación (flor de loto). Coloca el pulgar derecho en la fosa nasal derecha, ejerciendo cierta presión, pero no demasiada. Respira profundamente. Mantén el aire en los pulmones y cambia el orificio nasal tapado, para poder exhalar por la derecha. Esto funciona a la perfección en aquellos momentos en los que se necesita estar concentrado y calmado. Además, permite sentirse más despiertos o enérgicos y calmar dolores de cabeza.

Se aconseja hacerlo de pie, sobre una colchoneta o manta, descalzo o en calcetines, con ropa cómoda. Inhala aire por la nariz de forma bien profunda, de manera tal que se hinche el abdomen y se expanda la caja torácica. También se deben elevar un poco los hombros y para ayudarte un poco más, ponte de puntillas. Mantén unos segundos el aire en los pulmones y luego exhala lentamente, “desarmando” la postura, es decir, bajando las plantas de los pies, los hombros y deshinchando el abdomen.