La infusión es una bebida que se prepara a partir de agua muy caliente, que no ha llegado a hervir y que está compuesta por agua y hojas, plantas y/o flores secas. Estas bebidas tiene muchos beneficios para aquellos que las ingieren, como por ejemplo: Sirve para fortalecer los huesos y prevenir las arrugas. Es recomendable en caso de padecer diabetes. Es diurético, por lo que suele ser una pieza fundamental en todas las dietas que busquen adelgazar, pues ayuda a la eliminación de líquidos. También alivia el asma y ayuda en la lucha contra el Parkinson. Ayuda a controlar la hipertensión y previene de enfermedades cardiovasculares y de caries. Además sirve para rebajar el colesterol, fortalece la memoria y, obviamente, reduce el estrés y ayuda a relajarse.
Las infusiones destinadas a la relajación son aquellas que ayudan a la persona en cuestión a disminuir la cantidad de tensión que ha sido acumulada en el cuerpo por diferentes razones como situaciones de estrés a las que ha sido expuesta y que, en la mayoría de ocasiones, no se pueden o no se saben controlar, desequilibrando así el organismo. Además, a diferencia de la mayoría de medicamentos recetados en las consultas médicas, las infusiones tienen cualidades naturales, lo que hace de ellas que no causen adicción, además de estimular las funciones naturales del cuerpo para así equilibrar su bioquímica y permitir la autorregulación.
Se tiende a pensar que la elaboración de las infusiones se basa en, solamente, en calentar agua e introducir las hojas o flores en cuestión unos minutos, pero es recomendable ciertos factores a tener en cuenta: Se debe utilizar agua mineral al ser más pura que la del grifo, la cual quita el sabor de la infusión; No se recomienda utilizar el microondas porque al no generar burbujas, no le da todo el sabor que precisa este producto, siendo a fuego lento como debe calentarse el agua; Se debe verter el agua sobre las hojas y no al revés para potenciar más su sabor. Y, por último, se recomienda servir en tazas de porcelana o cerámica que sirvan para guardar bien el calor y el propio sabor. Lo bueno que tienen las infusiones es que, al ser de origen natural, todas son beneficiosas para el organismo de quien las consume, aunque algunas tienen más propiedades que otras.
Algunos tipos
La valeriana es una infusión utilizada para dormir y relajarse. Se ha demostrado que esta hierba ayuda a conciliar el sueño más rápido y prolongar las horas de sueño. De hecho, la raíz de la valeriana era usada en la antigüedad como un sedante suave. Se recomienda tomarla justo antes de acostarse para dormir antes y durante más tiempo, pues su efecto es inmediato, aunque otras personas no vean resultados hasta después de un mes de ingerirlo.
Según estudios científicos, la manzanilla es un relajante natural que contiene sesquiterpenos, que son unas sustancias que actúan en la zona del cerebro líbico (Donde está la memoria y las emociones) y del sistema nervioso, donde se genera el estrés, teniendo el mismo efecto que los medicamentos que actúan contra la ansiedad. A parte de poder ser ingeridas, también se aplican en modo de crema o loción, es decir con funciones estéticas.
La lavanda es una infusión utilizada para tratar la ansiedad, el estrés y la depresión, a la par que actúa como relajante natural, ideal para combatir el insomnio. Alivia los problemas digestivos y la inflamación, pero también sirve para otro tipo de dolores como las migrañas o la lumbalgia. Es un antiséptico natural y tiene propiedades anti-inflamatorias. Es recomendable usarlo como tratamiento ante la pérdida de cabello (Alopecia areata) pues promueve su crecimiento y alivia el ardor en la piel.